miércoles, 2 de marzo de 2011

El Central Lechera Asturiana rompe el mástil en el Mar de Tasmania

Los dos patrones, Juan Merediz y Fran Palacio, se encuentran en perfectas condiciones. “Afortunadamente no ha habido daños personales de ningún tipo. Tanto Fran como yo estamos bien”, ha asegurado Merediz en una breve comunicación telefónica con su equipo.
En el momento de la rotura, a las 7.15 de la tarde hora española, el barco tenía un viento de 20-22 nudos y se encontraba a unas 160 millas del cabo Farewell y 290 de Wellington.
Inmediatamente después de la rotura, Merediz y Palacio han iniciado los trabajos para recuperar la mitad superior del palo que había caído al agua, así como el génova que en aquellos momentos tenían izado y la jarcia, y erigir un aparejo de fortuna. En menos de dos horas tenían sobre cubierta tanto el génova como la mitad superior del palo y la jarcia, y navegaban a rumbo a 7 nudos.
Ahora el Central Lechera Asturiana con su aparejo navega rumbo a Wellington (Nueva Zelanda).

El neutrogena acecha el podio

El barco de Boris Herrmann y Ryan Breymaier ha sido el más rápido de la noche junto al Estrella Damm. Ambos han promediado 18,6 nudos. Así, el Neutrogena está ya a sólo 22 millas del Renault Z.E. en su lucha por el tercer cajón del podio, frente a las 31 que les separaban en el último informe de posiciones de ayer. Alex Pella y Pepe Ribes, en cambio, han sumado 20 millas más a la ventaja de 41 que les llevaba el Groupe Bel, ya que también éste ha avanzado rápido.

El Central Lechera Asturiana no quiere dejar escapar el sueño


El barco avanza hacia el cabo Farewell, la punta norte de la isla Sur de Nueva Zelanda, a una media de entre 7 y 8 nudos. A las 7 de la mañana (hora española), se encontraba a 80 millas de este cabo y a 160 de Wellington, puerto al que se dirige para evaluar daños. Merediz y Palacio navegan con la trinqueta de viento y dos rizos en la mayor.
“Hemos disfrutado de cada milla de esta regata”, ha declarado Juan al comentar los diversos incidentes que han sufrido. Cabe recordar que, además del gran esfuerzo realizado antes de la salida de Barcelona para instalar un nuevo palo, el Central Lechera Asturiana tuvo que entrar en Ciudad del Cabo para reponer un manguito del sistema hidráulico de su quilla, lo que les hizo perder contacto momentáneamente con los barcos con los que estaba compitiendo.